HÁBITOS DE VIDA SALUDABLE
La alimentación es muy importante para el crecimiento y desarrollo en la infancia, y es durante esta etapa cuando se forman los hábitos alimentarios. Además, la familia es el factor que más influye en la alimentación infantil, de ahí la importancia de seguir una alimentación saludable en casa.
Una alimentación saludable incluye una amplia variedad de alimentos, principalmente de origen vegetal, que nos aporten todas las sustancias nutritivas necesarias para mantener y conservar una buena salud en todas las etapas de nuestra vida. Las frutas y hortalizas son alimentos indispensables, aportan nutrientes difíciles de encontrar en otros alimentos y su consumo habitual, al menos 5 raciones diarias entre frutas y hortalizas, reduce el riesgo de sufrir enfermedades como la diabetes, la obesidad, etc.
¿Cuáles son los principales hábitos saludables que debemos fomentar en la familia?
Para una disfrutar de una vida sana, tanto física como mental y social, los hábitos que debemos inculcar en la familia son:
- Llevar una alimentación equilibrada
La alimentación es la base para una buena salud en general. Una dieta cardiosaludable y variada, rica en frutas y verduras, es fundamental para obtener los nutrientes que necesita nuestro organismo.
Hacer un buen desayuno, que incluya lácteos, fruta y cereales es muy importante para empezar el día con energía. - Practicar ejercicio de forma habitual
El 31% de la población infantil tiene sobrepeso. Practicar actividad física de forma habitual es bueno para su desarrollo físico y mental. - Beber agua
El 70% del organismo es agua y mantener una buena hidratación es fundamental para la salud de toda la familia. Beber agua o zumos es mucho más sano que abusar de bebidas carbonatadas o con altos contenidos de azúcar, que pueden afectar negativamente a nuestra salud. - Descansar correctamente
Dormir las horas necesarias, tanto niños como mayores, es imprescindible para la recuperación del desgaste diario y el buen funcionamiento físico e intelectual de toda la familia. - Mantener una buena higiene
Muchas de las enfermedades comunes podrían evitarse tan sólo con prestar un poco más de atención a la higiene. Lavarse las manos al llegar a casa, antes de comer y después de ir al baño, llevar una correcta limpieza bucodental, lavar los alimentos antes de consumirlos… son hábitos sencillos que debemos inculcar en la familia para ganar en salud.
¿Cómo podemos integrar los hábitos saludables en casa?
Educar en las costumbres sanas es una tarea que debe realizarse a lo largo de toda la infancia y la adolescencia. El ejemplo de los padres es la mejor forma de fomentar cualquier hábito en los hijos, así que es necesario que los niños los vivan en casa para poder integrarlos de forma natural, pero consciente, a lo largo de su vida. Para ello es importante no forzarlos, para que no lo perciban como una obligación. Es mejor integrarlos de forma natural, e incluso divertida, para que resulten experiencias positivas en familia que quieran mantener durante toda la vida. Por ejemplo:
- Podemos hacer partícipes a toda la familia del hábito de la alimentación sana: elegir el menú con antelación, ir a hacer la compra juntos, que los niños ayuden en la preparación de los platos como una actividad divertida, incentivarlos a comer variado jugando con el color de los alimentos, poner la mesa, recogerla…
- También es muy bueno hacer, al menos, una comida juntos al día. Disfrutar comiendo todos lo mismo y en familia, sin prisas y sin distracciones como la tele para fomentar la conversación, es un buen hábito que nos hará descubrir y valorar las comidas.
- Ir juntos de paseo, de excursión, sacar al perro, ir a nadar, en bici, etc., se hace más divertido y apetece más si se hace en familia. Los niños necesitan moverse y para evitar el sedentarismo que desde hace años está propiciando el exceso de horas frente la tele o con los videojuegos, es necesario sustituir esas actividades por otras más deportivas. Si tienen una buena experiencia haciendo ejercicio en familia, lo verán como algo divertido y gratificante y será fácil que lo integren en sus hábitos.
- Por último, recordar que el refuerzo positivo es mucho más efectivo que las correcciones en negativo. El niño se sentirá mucho más estimulado si utilizamos frases como “qué ricas están estas naranja” o “qué bien has comido”, que con palabras como “no comas galletas porque te vas a engordar” o “no comas chuches porque se te van a caer los dientes”, que lo que van a producirles es ansiedad.
Si quieres cuidar tu salud y la de los tuyos, ahora es un buen momento para plantearse todos los beneficios que puede tener para la familia integrar hábitos de vida saludable. Tus hijos te lo agradecerán en un futuro.
Belén Navarro Mollinedo
Jefa D. Orientación