22 de Junio de 2011
En esta convivencia, como colofón a todo un curso lleno de controles, apuntes, exámenes, actividades y eventos, por fin pudimos disfrutar de un gran día de relax y diversión. A las 7:50 de la mañana ya se notaba un bullicio poco habitual en el patio (y es que las caras no eran de sueño y los alumnos no se dirigían hacia las clases arrastrando los pies). Se veían montones de chicos y chicas dispuestos a darse un día de homenaje después del curso entero esforzándose y sacrificándose dentro de las aulas, y así, a las 8:05 los casi 180 alumnos de los cuatro cursos de ESO y los diez profesores acompañantes nos pusimos en marcha hacia Sevilla bajo un incipiente sol que nos hacía presagiar una jornada calurosa.
Ya en el autobús las conversaciones, secretos, anécdotas, canciones se sucedían. La gente deseaba llegar cuánto antes para disfrutar de las atracciones y cada vez más repetidamente se escuchaba la típica frase: ¿cuánto queda?…y aún no habíamos parado a desayunar!!. Pasada Córdoba, paramos en La Carlota a reponer fuerzas y descansar un poco y quince minutos después, seguimos camino de la capital andaluza y sí, poco antes de las 12:00 horas estábamos a unos “agradables” 38 grados a la sombra esperando que D. Tomás trajese las entradas para acceder al recinto.
Una vez con las entradas en la mano, empezó la fiesta, y así, cada grupo de alumnos y alumnas que iban entrando desaparecían corriendo en busca de las atracciones para no perderse nada. Algunos decidieron hacerlo por zonas: Puerta de América, Mundo Maya, Puerto de Indias, Amazonas, La Guarida de los piratas, El Dorado y así lo hicieron, pudiendo disfrutar de las numerosas atracciones como la Anaconda, Carabelas, el Ciklón, el Jaguar, el Iguazú, los Rápidos del Orinoco etc… en fin, casi dos horas y media de risas, diversión y chapuzones varios en las fuentes, zonas de microclima y atracciones acuáticas que hicieron un poco más llevadero el día para los chicos y chicas y, bueno, para algunos de los profesores, que también se atrevieron.
Luego salimos a comer, y en fin, lo que suele pasar, lo que normalmente se tarda casi 40 minutos en comer y reposar algo, no llegó ni a los diez minutos. Nunca habíamos visto tanta rapidez en ir y volver a un autobús con la comida hecha, así que, otra vez, empezaba la ruleta de diversión y fiesta durante otras tres horas… y allí estaban los chicos y chicas, empapados en agua, repitiendo en las atracciones más llamativas (Anaconda, Jaguar, la Caída Libre…). A las 17:45 quedamos con ellos en la entrada, y la verdad, fueron bastante puntuales (evidentemente menos que por la mañana), y nos dispusimos a salir hacia los autobuses. La mayoría de caras eran una mezcla de satisfacción, diversión y cansancio, que en muchos casos se mezclaban con la ronquera por los gritos y esa mezcla de calor y agua.
El camino de vuelta fue mucho más tranquilo, e incluso, en la parada que hicimos al volver, los chicos estuvieron mucho más relajados, literalmente “tirados” en sillas comentando y recordando la jornada (alguno un poco más melancólico que otros, pero bueno), y en poco más de dos horas estábamos en la puerta del cole, donde esperaban los amigos y familias.
Desde el Centro, queremos agradecer a los alumnos y alumnas asistentes su colaboración y comportamiento tanto en el viaje como una vez dentro del parque, así como los buenos modos y educación que demostraron en todo momento. También, agradecer a la empresa de autobuses (autocares Santiago) y al Parque de isla Mágica las atenciones para con nuestro Centro.
Finalmente, desearos a todos y todas, así como a vuestras familias un feliz verano y unas buenas vacaciones.
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