La primera excursión de este curso ha sido visitar el pueblo de Zuheros, un pueblo precioso de la provincia de Córdoba.El día 11 de noviembre de 2016, estábamos todos muy contentos, porque nos íbamos a un lugar que nunca habíamos visto y también, porque era nuestra primera excursión juntos.Ese día nos despertamos más tarde, porque el autobús estaba a las 9:00h de la mañana en la antigua puerta del colegio.
Cuando llegamos a Zuheros, lo primero que hicimos fue ir a “la Cueva de los Murciélagos”. Primero entramos nosotros y después, los de B. A la hora de entrar, nos equivocamos y nos fuimos a la puerta de la salida. El guía, al principio, nos dijo que íbamos a bajar 325 escaleras, pero lo peor fue cuando nos dijo que… ¡había que subir otras 325 escaleras!
Mientras que esperábamos a los de B, empezamos a echarnos fotos y… ¡fue muy divertido! Después de la cueva, fuimos a una especie de campo, con mesas de piedra, pero también había piedras donde nos sentábamos a comer.
Cuando terminamos, fuimos por el camino que habíamos hecho antes con el autobús, solo que terminamos metidos por una especie de sendero. Teníamos que ir andando con mucho cuidado para no caernos, porque estaba todo lleno de piedras.
Empezamos a andar, de repente, nos dijo el director del colegio, que vino con nosotros, que íbamos a hacer en total 7km. En el camino, también íbamos parando para retomar fuerzas. Paramos en un sitio muy bonito, que tenía forma de cueva, la escalamos y nos hicimos una foto. Poco después, el director y los profesores, dijeron que ya habíamos llegado al final del trayecto y el director nos explicó que desde donde estábamos se podría haber visto una cascada preciosa, pero como no había llovido, no la pudimos percibir con nuestros ojos.
Terminamos dando una vuelta por el pueblo, era muy bonito, todas las casas eran blancas y tenían flores y había gente en las puertas de sus casas, que nos saludaba y nos decían que éramos muy bonicos.
El autobús nos llevó directamente a un restaurante. Cuando llegamos nos sentamos en el suelo para comer y de repente… ¡nos mojamos todos!, parecía que estaba lloviendo de todo el agua que había caído. Al terminar de comer, empezamos a jugar con un futbolín que había en la entrada del restaurante.
Cuando miramos el reloj, ya era la hora de irse. Estábamos todos muy tristes, porque nos habíamos conocido mucho mejor y también, porque nos lo estábamos pasando genial.
Si alguien me preguntase: “¿Cómo ha ido la experiencia?”, yo diría: “Ha sido una experiencia única, que no voy a olvidar”.
¡YO OS LO ACONSEJO!. Por Alicia Galisteo Vela, alumna de 1º de ESO