Este curso se jubilan dos compañeros, dos instituciones en nuestro Centro, como son D. José A. Grillo y Dña. Amelia Fernández. En las siguientes líneas queremos agradecer su labor en el centro…
A D. José Antonio Grillo y Dña Amelia Fernández;
No es fácil resumir en unas pocas palabras toda una vida dedicada a la enseñanza, y mucho menos cuando se trata de D. JOSÉ A.GRILLO ANGUITA y Dña. AMELIA FERNÁNDEZ ESCRIBANO, loa MAESTROS con mayúsculas porque así les gusta que los llamen, MAESTROS con mayúsculas por su dedicación, sacrifico y empeño en su labor y en su obsesión por hacer de nuestro colegio estandarte de la educación dentro de la ciudad de Jaén, junto a otros grandes MAESTROS como Dña. Rosa, D. Pedro, Dña. Antoñita y D. Francisco Díaz (q.e.p.d.) y ya jubilados, junto a los que todavía nos acompañan en el centro.
Aún os acordaréis de cuando niños correteabais por los patio de los cuarteles de media España y luego, al menos Pepe, del que sería tu colegio, por las instalaciones de la Comandancia sin saber que algún día aquellas instalaciones serían el colegio que tú dirigirías, y del que Amelia sería parte desde el principio, cuando aún era una jovencita con la carrera recién terminada, y que además, seríais pilares fundamentales del cambio a las nuevas instalaciones que hoy día ocupamos. Toda una vida en vuestro colegio, como alumno, profesor y director, Pepe y como incansable trabajadora, Amelia…imagino vuestro orgullo, y sobre todo el de vuestro padres, civiles honrados y trabajadores (la genética, aquí no falla) y miro con envidia sana todo lo que habéis logrado y cómo lo habéis hecho, con tesón, esfuerzo, sacrificio y con un innumerable montón de malos ratos que habéis sabido llevar con la mayor de las enterezas, haciendo de nuestro colegio lo que hoy es.
Pepe, cierto es que nos has dicho miles de veces que un Director sin su Claustro no es nada, pero ¡que Claustro tenemos gracias a nuestro Director!. Desde los más veteranos (los nombrados antes y D. José Ignacio y Dña. Maripepa, que aún siguen con nosotros, aquellos que empezasteis en el aula unitaria de la Comandancia, encabezados por Dña. Antoñita, imagen en la que te reflejaste y cuya labor continuaste, y que nos ha llevado de manera orgullosa y excelente, hasta lo que somos hoy en día. Amelia, qué decir de tu innegable vocación, tu labor sacrificada y tu disposición desinteresada durante más de treinta años. Tampoco nos podemos olvidar de cómo has sido modelo, apoyo y gran compañera de los que poco a poco hemos ido llegando al colegio…no podremos olvidar la sonrisa sempiterna en tu cara y tu gran amabilidad.
También han sido parte de nuestras vidas vuestras familias, Pepe, Dani y Laura, alumnos de nuestro Centro, que hoy en día te hacen sentir aún más orgulloso al verlos hechos un hombre y una mujer de bien, educados y enseñados por el mejor MAESTRO y Ana, mujer que ha sabido estar a tu lado, compartir tus penas y alegrías, tus pesares y que nos ha acompañado en cada momento que hemos vivido. Por todo ello, muchas gracias. Amelia, con el apoyo de las otras mujeres de tu vida, tu madre y tu hija, una espejo en el que reflejarte y otra, ejemplo de virtudes aprendidas de su madre que siempre ha sabido guiarla; familia que se amplió con la llegada de otro “hijo” y un precioso bebé que te da ganas de seguir viviendo, disfrutando y sintiendo, por ello, gracias y sobre todo, enhorabuena.
Finalmente, quedan las figuras del “Pepe” y la Amelia compañeros. Creo decir, sin temor a equivocarme, que muchos querrían teneros al lado a la hora de trabajar, siempre hemos encontrado un hombro en el que apoyarnos en la realización de cualquier tarea, siempre habéis sido los primero en buscar nuevas vías de mejora, con planes, proyectos, ideas etc. para mejorar nuestro colegio; nunca hemos encontrado negativas ante nuestras sugerencias y la puerta de vuestras clases, donde realmente os sentíais MAESTROS siempre ha estado abierta para nosotros.
Desde esta carta, y pidiendo disculpas por olvidos y torpezas, el Claustro de compañeros os agradece TODO lo que habéis hecho por nosotros (en lo personal y laboral), por el Colegio y la institución que lo representa.
UN GRAN ABRAZO.
La despedida tuvo su colofón con un almuerzo en el hotel Condestable Iranzo el pasado día 14 de diciembre.