Cuando pensamos en la realización de la página web de nuestro Centro, incluímos como apartado su historia. Podíamos haber hecho una descripción histórica con la mejor de las voluntades, pero un día dilucidando cómo hacerla, nos dijimos “por qué no le encargamos a nuestra primera directora Doña Antonia Salazar Lerma tal cometido”, porque quién mejor que ella para contar la historia de nuestro colegio, pues durante muchos años, ha demostrado sobradamente su dedicación, cariño y amor a su Centro, y así si lo hicimos, poniéndonos en contacto con ella, que aceptó como  siempre. Por esto no vamos hacer nada más que cederle la palabra a ella, que nos representa, como nuestra directora que siempre será.

El equipo directivo.

 

Sus orígenes se remontan al año 1969 como una obra social de la Congregación de la Santa Vera Cruz.

Desde su fundación en 1541, la Cofradía tuvo como uno de sus principales objetivos el de realizar obras sociales, recordemos que ya en el siglo XVI contaba con un Hospital y Recogimiento de mujeres, donde se atendían a los cofrades y pobres en general.

En 1943 tuvo lugar un acontecimiento importante y decisivo en el futuro de la Congregación al ser nombrado Hermano Mayor de la Santísima Virgen de los Dolores al Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil de toda España.

La cofradía acordó restaurar el antiguo Patronato de la Vera Cruz (cesado con la confiscación de sus bienes con motivo de las Leyes Desamortizadoras de Mendizabal en el siglo XIX) orientando su actividad social en un sentido educativo, con ayudas económicas para estudios de hijos de cofrades y de la Benemérita, que lo necesitaran.

El  traslado del cuartel de la Guardia, situado en la calle Roldán y Marín, al lugar en el que hoy se encuentra, a la Avenida de Ejército Español, motivó que quedara fuera de la ciudad en su extrarradio, lo cual supuso  un problema a la hora de escolarizar a sus hijos, ya que por entonces no existían colegios en esta zona.

Las buenas relaciones con la Cofradía Vera Cruz hizo que ésta, como obra social, ayudase a solucionar este grave problema.

En colaboración con la Dirección de la Guardia Civil en 1960 se creó dentro de las instalaciones del acuartelamiento una unidad mixta, comenzando yo al frente de ella. Esta unidad fue la semilla del origen del Colegio Vera Cruz que muy pronto dio fruto. Así llegamos a marzo de 1968, por Orden Ministerial nace oficialmente el Patronato de la Santa Vera Cruz, creando dos unidades dependientes del Patronato (llamadas escuelas de Patronato) una de niños al frente de D. Manuel Utrera y otra de niñas al frente de Antonia Salazar. Promoviéndose la construcción de las dos aulas así como la vivienda de los profesores a cargo del Patronato dentro del recinto de la Casa Cuartel, con la autorización de la Dirección General del Cuerpo.

En 1971, una orden relativa a Centros Docentes estatales y reuniendo todos los requisitos exigidos, nos conceden la ampliación de la escuela a cinco unidades, tres de niños y dos de niñas, siendo nombrada como Directora.

En 1975, tras realizar las obras de adaptación se nos otorga el nivel educativo solicitado pasando a ser Centro de Educación General Básica reconociéndonos ocho unidades y una de párvulos.

Una nueva Orden Ministerial de noviembre de 1978 concede a nuestro Centro la clasificación definitiva como Centro Concertado de Educación General Básica con nueve unidades. Ocho concertadas, una de Patronato y dos unidades de Preescolar dependientes de la Delegación, con 360 puestos escolares y subvencionado al cien por cien.

Para cubrir todos estos puestos escolares, hubo que ampliar la escolarización no sólo a los hijos de la Guardia Civil (como fue en su comienzo) sino también a los hijos de la Policía Nacional, Ejército, Cofradía y ciudadanos en general.

Hemos hecho un recorrido por el tiempo y vemos cómo iban aumentando el número de aulas, de profesores hasta llegar a tener un gran Colegio, con reconocimiento social en nuestra ciudad, pero todo no podía ser bueno. Durante el curso escolar 1992/93, el Gobernador Civil de Jaén remitió escrito al Centro en el que indicaba, que por motivos de seguridad, ya que era una de las épocas más virulentas del terrorismo, se procedía al cierre de las instalaciones del Colegio al final del citado curso.

Esto era el final de aquello por lo que todos habían luchado, suponía el despido de los profesores concertados, los estatales pasaban a ocupar plazas dentro de los colegios públicos, los alumnos serían escolarizados en otros Centros, etc.

Época dura, triste, desesperada, veíamos como todo se venía abajo…….

Pero no fue así, otra vez la Cofradía de la Santa Vera Cruz, con  su gobernador Don José Manuel Ramírez Parras a la cabeza, ante la situación creada y con la colaboración del Sr. Obispo de la Diócesis D. Santiago García Aracil se puso al frente y en septiembre de 1994 solicitó del Excelentísimo Ayuntamiento la cesión de unos terrenos en la zona conocida como RP. 4, terrenos que fueron concedidos en mayo de 1995 por la totalidad del Pleno del Ayuntamiento. Igualmente fuimos autorizados por la Consejería de Educación para la construcción del nuevo colegio. Por fin, gracias al esfuerzo de la Cofradía, se construyó un nuevo colegio de más de 5000 m2 con magníficas instalaciones, pistas de deporte gimnasio, salón de actos, capilla, biblioteca, laboratorio, aula de informática, etc. con capacidad para 700 alumnos con el nombre de Colegio Monseñor Miguel Castillejo Vera Cruz, empezando a funcionar en enero de 2000 siendo trasladados los alumnos que estudiaban en el Colegio de la Comandancia de la Guardia Civil a dicho Centro.

No quisiera acabar mi relato contando sólo la evolución y desarrollo del Centro desde el año de su fundación 1960 hasta el momento actual.

Quiero recordar muchas vivencias que se remontan a los primeros tiempos del Colegio comenzando por los profesores:

Sin ellos no se hubiera conseguido el prestigio y nombre que alcanzó el Colegio en Jaén. Formábamos un gran equipo dispuestos no sólo a la formación e instrucción de nuestros alumnos que era reconocida por los institutos donde comenzaban sus estudios, siendo muchas veces felicitados por ellos. No escatimaban tiempo ni esfuerzo, hacíamos de todo, desde el material para decorar nuestras sencillas clases. Hemos pintado, decorado, cuadriculado las pizarras, sobre todo en los cursos de preescolar y primaria.

En cuanto a los alumnos, tantos fueron los que pasaron por el Centro  y  algunas veces los recuerdas en su pupitre, con sus carteras y libros, goma y lápiz, jugando en el patio del cuartel, que era todo de lo que disponíamos para el recreo, sin poder usar la pelota ya que el patio servía de paso a guardias y familias y podían molestar.

Vivieron aquel ambiente de convivencia con la Guardia Civil y gran número de ellos ingresaron en la Guardia Civil, y hoy en día están repartidos por toda España. Otros continuaron estudios superiores, hoy son médicos, dentistas, maestros, etc. Se sienten contentos al vernos, preguntan por sus profesores y se sienten orgullosos de haber formado parte de la Gran Familia Vera Cruz.

Alumnos en clase de Educación Física.

Guardias Civiles formando delante del colegio.

 

 

 

 

 

 

 

A todos se os invita para este encuentro con motivo de los 50 años, de los que todos formáis parte.

A la comunidad educativa que siempre estuvieron con nosotros en los momentos difíciles comprendiendo nuestro proyecto y apoyándonos.

La Benemérita y la Cofradía siempre estuvieron en las actividades realizadas en el Colegio. Cooperaron en la construcción de un edifico para aglutinar las aulas que en encontraban repartidas por todas las dependencias del Cuartel. Fue levantado con el esfuerzo de muchos guardias civiles, compaginaban su trabajo con unas horas de ayuda a la construcción del Colegio. La Cofradía aportaba su gestión y ayuda económica.

La unión de la Benemérita y la Cofradía estuvo presente en la actividad de los albergues de verano. Allí acudían alumnos, hijos de la Guardia Civil y de la Cofradía. El primero fue en Miller (Segura de la Sierra), estaba formado por un equipo que enviaba la Guardia Civil: un teniente, un practicante (Joaquín Ávalos) y varios guardias civiles dignos de mencionar por su gran labor, Cazalilla, Vacas, Calzado, etc., profesores del Colegio para los turnos de niños y profesoras para los de niñas. Posteriormente, se celebraron en la Cañada de la Azadilla.

Otra actividad cultural en la que teníamos presente a la Guardia Civil y la Cofradía, era la fiesta de “fin de Curso”. Se entregaban  unos diplomas a los alumnos, se realizaban tablas de gimnasia, deportes, actuaba la rondalla del Colegio, se representaban obras de teatro, cuentos, etc.

Junto con la Cofradía, el Colegio creó una banda de música con los alumnos de cursos superiores que desfilaban en la procesión del Jueves Santo de la Cofradía de la Vera Cruz. El Colegio pagaba al profesor y la Cofradía pagaba los trajes e instrumentos musicales de los alumnos.

Por todo ello, no quisiera acabar mi relato sin recordar a los Jefes de la Comandancia de aquellos primeros años, Fajardo Sansón (q.e.p.d.) que nos facilitaron poder realizar nuestra labor y a la vez sentirnos que formábamos parte de la gran familia de la Guardia Civil.

A la Cofradía, en primer lugar a D. Ángel Muñoz Maldonado, que gracias a sus desvelos y trabajo se llevó a cabo la creación y continuidad del Colegio Vera Cruz. Merece especial mención su sucesor, José Manuel Ramírez Parras que con su esfuerzo y constancia ha dado lugar a una nueva etapa fecunda y próspera con un nuevo Colegio Miguel Castillejo, Vera Cruz comenzando a funcionar en enero de 2000. Siendo actualmente Presidente de la Fundación Vera Cruz, que dirige el Colegio. No quiero olvidar a  los gobernadores, D. Francisco Cárdenas, Don Manuel Paulano y Don Manuel Peñalver,  que no han dejado de pensar en su colegio, tampoco debemos olvidar al antiguo jefe de la inspección educativa Don Antonio Higueruelo que siempre nos ayudó en los momentos difíciles.

Yo me jubilé en el año 2000 cuando se inauguró el nuevo Colegio. Me siento contenta y orgullosa de que aquella pequeña semilla que llegó a mí con la primera unidad mixta, allá por el año 1960, haya dado fruto, crecido y  continuado a través de estos 50 años que celebramos.

Hoy sigo formando parte de esta Comunidad como Patrono de la Fundación Vera Cruz y miembro del Consejo Escolar.

Por último, dedicar este relato en el que se encuentra parte de mi vida a mis cuatro hijos (Mª Ángeles, Mª del Mar, Eva y Andrés) que también fueron alumnos del colegio y vivieron este proyecto.

Se lo quiero dedicar también especialmente a Ezequiel (mi marido) que supo integrarse como uno más dentro del Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil, y siempre estuvo presente en los momentos buenos y difíciles del Colegio como buen Cofrade y compañero.

Hoy ya no se encuentra entre nosotros (q. e. p. d.) aunque está presente en nuestro corazones.

 

Antonia Salazar Lerma